
Lanzar una startup en la etapa pre-seed o seed es un viaje lleno de aprendizajes, pero también de desafíos. Los primeros 12 meses son cruciales para determinar si una empresa está en la dirección correcta o si caerá en la estadística de startups que no logran pasar este umbral. Aunque cada startup es única, existen ciertos obstáculos comunes que pueden surgir una y otra vez durante este primer año. A continuación, te presentamos cinco de los retos más importantes y algunas formas de enfrentarlos de manera estratégica.
1.- Validación del producto: ¿Realmente estás resolviendo un problema?
Uno de los errores más comunes que enfrentan las startups en sus primeros meses es lanzar un producto sin haber validado adecuadamente si el mercado realmente lo necesita. Los fundadores suelen estar tan apasionados por su idea y solución que en ocasiones pasan por alto una etapa crucial: asegurarse de que están resolviendo un problema real para un grupo específico de personas.
Posible solución: Desarrollar un MVP (Producto Mínimo Viable) que te permita poner a prueba tu idea con el menor esfuerzo posible es clave. Idealmente, este MVP debería construirse sin levantar capital, lo cual resalta la importancia de contar con desarrolladores en el equipo fundador. Un MVP bien planteado no solo te ayuda a ahorrar tiempo y dinero, sino que te proporciona feedback valioso para entender tu mercado y realizar ajustes antes de lanzar el producto final. Escuchar a los primeros usuarios y estar dispuesto a pivotar puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
2.- Captación de clientes: los primeros usuarios son los más difíciles de conseguir
Incluso después de validar el producto, atraer a los primeros clientes es uno de los mayores retos para cualquier startup en fase inicial. Al no tener aún una marca establecida o reconocimiento, puede ser difícil generar la confianza necesaria para que los primeros usuarios se animen a probar la solución y pagar por ella.
Posible solución: Centrarse en estrategias de adquisición altamente dirigidas a early adopters es fundamental. Este grupo de personas no solo estará más dispuesto a probar un producto nuevo, sino que también te proporcionará feedback valioso para seguir mejorando. Las redes sociales, el marketing digital y las relaciones públicas dirigidas son herramientas esenciales en esta fase. Idealmente, es importante que los primeros usuarios paguen, incluso si es a través de betas pagadas. Esto no solo genera ingresos iniciales, sino que también valida que el mercado realmente valora la solución. Las betas gratuitas pueden funcionar, pero hay que tener cuidado de no confundir usuarios gratuitos con clientes reales, ya que la psicología del ser humano tiende a no valorar lo que no tiene costo.
3.- Monetización del producto: ¿Cómo convertir la idea en ingresos?
Muchas startups tienen dificultades para transformar un producto validado en una fuente de ingresos sostenible. La monetización es un reto en etapas tempranas, ya que se trata de identificar el modelo de negocio adecuado y asegurarse de que los clientes perciban el valor suficiente para pagar por ello.
Posible solución: Es fundamental experimentar con distintos modelos de monetización y pricing lo antes posible. Prueba distintas estrategias como suscripciones, venta directa, o incluso modelos freemium, siempre velando que haga sentido con tu tipo de producto, para ver cuál genera la mejor respuesta en el mercado. Además, tener un plan de monetización claro y realista aumenta las probabilidades de conseguir inversionistas, quienes cada vez más buscan ideas capaces de convertirse en negocios rentables.
4.- Construcción del equipo: encontrar a las personas adecuadas y establecer una cultura sólida
Uno de los aspectos más difíciles en la fase temprana de una startup es construir un equipo cohesionado y comprometido. No solo es complicado atraer talento con recursos limitados, sino que también es necesario crear una cultura de empresa que motive y retenga a las personas correctas.
Posible solución: Al principio, es mejor contratar lento y de manera estratégica. Busca a personas que no solo tengan las habilidades técnicas, sino que también compartan la visión de la empresa. Además, establecer desde el inicio los valores fundamentales y la cultura que definirán la compañía a largo plazo puede es factor clave para retener talento cuando los tiempos sean difíciles. Un equipo unido y motivado siempre será más productivo que un grupo de personas desalineadas.
5.- Levantamiento de capital: balancear operación y búsqueda de capital
El levantamiento de la primera ronda de capital es uno de los retos más importantes para las startups en su primer año. Es relevante obtener los fondos necesarios para crecer, pero al mismo tiempo, se debe mantener el enfoque en la operación diaria del negocio.
Posible solución: Al preparar una ronda de capital, es importante no perder de vista la operación diaria. Alcanzar hitos como la validación del producto, la atracción de clientes o un crecimiento sostenido ayudará a fortalecer el caso ante los inversores. Además, los fundadores deben hacer un research profundo para identificar a los inversionistas adecuados que invierten en etapas pre-seed o seed y que tengan una tesis de inversión alineada con la startup. Fondos de VC en etapas tempranas, ángeles inversionistas y aceleradoras son actores clave en esta fase, y conocerlos bien puede marcar la diferencia en el éxito de la ronda.
Al mismo tiempo, los fundadores deben asegurarse de que el negocio sigue creciendo, mostrando métricas claras que validen el progreso. Tener tracción real no solo ayuda a asegurar la inversión, sino que también mantiene la estabilidad operativa de la startup.
Sin embargo, es muy importante recordar que levantar capital no es el único camino, sino más bien un mal necesario. Si una startup puede avanzar con un menor levantamiento, evitará dilución innecesaria y mantendrá mayor control sobre la empresa.
El primer año de una startup está lleno de retos, pero también de oportunidades para aprender y crecer. Desde la validación del producto hasta la captación de clientes, la monetización del negocio y la construcción de un equipo sólido, cada desafío es una oportunidad para fortalecer la base de la empresa. Enfocarse en los aspectos críticos desde el principio, ser muy disciplinados, mantenerse flexibles y estar preparados para pivotar cuando sea necesario puede ayudar a las startups a navegar con éxito este período crucial.
Si bien no hay una fórmula mágica para el éxito, comprender estos retos y abordarlos de manera estratégica puede aumentar considerablemente las posibilidades de que una startup no solo sobreviva, sino que prospere en su primer año.
En Semilla invertimos activamente en esta etapa inicial de las startups, buscando apoyarlas para que puedan sortear efectivamente estos retos y, con mucha pasión y determinación, ser agentes de cambio para impactar las dinámicas de distintas industrias y regiones.
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